En medio del creciente debate sobre la contaminación en la Zona Metropolitana de Monterrey, diputados locales y activistas ambientales propusieron aplicar pruebas de sangre a estudiantes de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y a vecinos de la zona para detectar la presencia de plomo y otros metales pesados en su organismo.
La solicitud surge ante los señalamientos contra la planta acerera Ternium, ubicada en el sector Guerrero, cuyos procesos industriales han sido vinculados con emisiones que podrían afectar la salud pública, especialmente en comunidades cercanas al campus universitario.
Evaluación médica para conocer el daño ambiental
De acuerdo con activistas, los estudios de sangre permitirían obtener un diagnóstico certero sobre los efectos de la contaminación en el cuerpo humano. Con base en estos resultados, las autoridades estatales y federales podrían tomar decisiones más firmes para mitigar los riesgos ambientales y de salud.
Organizaciones ambientales y ciudadanos han señalado que los habitantes de la zona conviven diariamente con altos niveles de contaminantes en el aire, lo que pone en riesgo su bienestar, en particular el de los jóvenes universitarios.
Diputados exigen vigilancia y posible reubicación de Ternium
En el Congreso local, legisladores de distintas bancadas solicitaron una revisión exhaustiva del cumplimiento ambiental de Ternium. En caso de incumplimientos graves, propusieron considerar la reubicación de la planta fuera del área metropolitana.
Señalaron que, a pesar de los beneficios económicos que representa la empresa, debe anteponerse la salud de las familias y estudiantes. Para ello, pidieron establecer mecanismos de inspección más rigurosos y permanentes, no solo visitas esporádicas.
Llamado a aplicar sanciones y priorizar la salud
Algunos diputados recalcaron que es necesario hacer cumplir las sanciones ambientales vigentes para lograr avances reales en la mejora del aire y del entorno urbano. Consideraron que retirar empresas contaminantes del entorno urbano podría generar un cambio ambiental significativo, como ha ocurrido en otras entidades del país.
Inversión en monitoreo y cumplimiento del “impuesto verde”
Por otro lado, se hizo un llamado al gobierno estatal para reforzar la infraestructura de monitoreo ambiental. Legisladores recordaron que desde 2022 se estableció el llamado “impuesto verde”, que genera más de 2,500 millones de pesos anuales. Este recurso debería destinarse a instalar más torres de monitoreo de calidad del aire y a fortalecer la verificación vehicular gratuita en la zona.
El debate sobre Ternium y la salud ambiental en la zona norte de Monterrey sigue creciendo. Mientras tanto, organizaciones civiles y representantes populares insisten en medidas inmediatas para proteger a los más expuestos: estudiantes, familias y comunidades que conviven día a día con los efectos de la contaminación industrial.