El Gobierno de Nuevo León anunció que integrará 1,500 camiones adicionales al transporte público antes de octubre, con lo que se alcanzarán 3,500 unidades nuevas durante el sexenio. La medida busca reducir las largas filas que aún se presentan en paradas, especialmente en zonas de alta demanda.
Incremento de asientos
Con la llegada de estas unidades, se espera alcanzar un total estimado de 162,100 asientos disponibles, lo que representa un incremento del 57 por ciento respecto a la administración anterior. Aunque los nuevos camiones cuentan con menos capacidad promedio (35 asientos frente a los 47 de los antiguos), son más cómodos, seguros y accesibles.
Tráfico urbano
Las autoridades explicaron que la congestión vial ha limitado la rotación eficiente de las unidades, por lo que es necesario aumentar la flota aunque la demanda de usuarios no haya crecido significativamente. Los camiones de nueva generación son eléctricos, con tecnología de accesibilidad y sistemas de seguridad integrados.
Diferencias en cifras sobre camiones fuera de servicio
El estado indicó que 2,000 camiones han sido incorporados, mientras que 1,000 antiguos han salido de circulación. Sin embargo, se ha reportado que algunos de los camiones nuevos no están operativos por estar en mantenimiento. Metrorrey aclaró que no hay unidades fuera de servicio de forma definitiva y que se trabaja en agilizar la atención a averías.
Renovación parcial de flota tradicional
Una vez que lleguen los nuevos 1,500 camiones, se retirarán progresivamente 1,300 unidades antiguas. Alrededor de 500 unidades más recientes del sistema tradicional continuarán operando y serán integradas a la nueva red de rutas.