Ángel Macías, una figura histórica de la liga de béisbol infantil en México, falleció el domingo 27 de julio de 2025 en Monterrey, Nuevo León, a los 81 años. Su nombre quedó grabado en la memoria colectiva por una hazaña sin precedentes en la Serie Mundial de Ligas Pequeñas.
El niño del juego perfecto
Con solo 12 años, Macías lanzó un juego perfecto en la final del torneo de Williamsport en 1957. Ningún jugador del equipo rival logró llegar a base. México venció 4‑0 a La Mesa, California, en lo que sigue siendo una de las gestas más recordadas del deporte infantil.
A la cima del béisbol
Nació el 2 de septiembre de 1944 en Aguascalientes y criado en Monterrey, Macías llevó su talento más allá del campo infantil. Se convirtió en beisbolista profesional y jugó con los Broncos de Reynosa, donde fue campeón en 1969. Luego formó parte de los Sultanes de Monterrey entre 1971 y 1974.
También participó en la Liga Mexicana del Pacífico con los Tomateros de Culiacán y los Naranjeros de Hermosillo. En 1971 representó a México en la Serie del Caribe.
Su historia llegó al cine
La hazaña de 1957 fue tan impactante que inspiró dos películas. La primera fue Los Pequeños Gigantes en 1960. La segunda, El Juego Perfecto, se estrenó en 2009. Ambas relatan el camino del equipo de Monterrey hasta conquistar Estados Unidos.
Una vida dedicada al béisbol
Tras retirarse como jugador, Macías se enfocó en formar a nuevas generaciones. Dirigió la Academia de la Liga Mexicana de Béisbol en El Carmen, Nuevo León, entre 2000 y 2005. En 2017, ingresó al Salón de la Excelencia de Williamsport, donde se reconoce a los grandes del béisbol infantil.
Su legado vive en cada niño que juega
Ángel Macías fue mucho más que un jugador. Fue un símbolo de disciplina, humildad y pasión por el deporte. Su legado continúa inspirando a jóvenes peloteros en México y en todo el mundo. Aunque ya no está, su historia seguirá viva.

