En una ceremonia realizada en el Parque Fundidora de Monterrey, autoridades del Ejército Mexicano destruyeron 1,090 armas de fuego aseguradas durante operativos contra la delincuencia en Nuevo León, Tamaulipas y San Luis Potosí. Este acto formó parte del Día Internacional de Destrucción de Armas de Fuego, con eventos similares desarrollados en las 12 regiones militares del país.
Participación de autoridades estatales y federales
Durante el evento en tierras regias, estuvieron presentes el gobernador de Nuevo León, Samuel García, y mandos militares como el general de división Juan José Gómez Ruiz, comandante de la IV Región Militar. Ambos destacaron que la eliminación de este armamento representa un esfuerzo coordinado entre los tres órdenes de gobierno para fortalecer la paz y el estado de derecho en las comunidades afectadas por la violencia.
Casi ocho mil armas destruidas en todo el país
La remesa nacional incluyó un total de 7,991 armas de fuego que fueron retiradas de circulación e inhabilitadas por las fuerzas armadas. En el caso de Nuevo León, el armamento destruido fue decomisado en operativos donde participaron tanto el Ejército como elementos de Seguridad Pública.
Compromiso con la seguridad y la legalidad
El acto, además de fortalecer la seguridad, envía un mensaje claro de justicia y legalidad: las armas ilegales no tienen lugar en México. La acción busca reconstruir el tejido social y recuperar espacios públicos, impulsando un entorno más seguro, especialmente para niñas, niños, familias y comunidades vulnerables.
Protocolos durante la destrucción
Durante la destrucción, los elementos militares utilizaron equipo de protección especializado para garantizar un proceso seguro. Este operativo se suma a las acciones permanentes de las fuerzas armadas en favor de la paz y el combate a la impunidad en todo el territorio nacional.