La gran inundación de Monterrey de 1909

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Un diluvio cayó en la ciudad desde el 27 de agosto de 1909, el cual se prolongó durante la madrugada siguiente, dejando miles de muertes a su paso.

Corría la tarde del 27 de agosto de 1909 y parecía ser un día como cualquier otro.

Todavía seguía siendo tema de conversación el gran incendio que acabó con la manzana de Morelos, Escobedo, Padre Mier y Parás, ocurrido una semana antes.

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Pocos esperaban que esa semana negra de Monterrey se vería consumada con una tragedia de proporciones inimaginables.

Y es que en ese entonces las noticias corrían lento, mucho más las relacionadas con las condiciones meteorológicas: los regiomontanos no se imaginaban que desde hace unos días un fenómeno (las estimaciones apuntan a que se trataba de un huracán categoría 3 o 4) que se encontraba en el Caribe iba enfilándose hacia nuestra ciudad.

Desde la tarde de ese 27 de agosto comenzó a llover fuerte y en cuestión de horas la tormenta adquirió una fuerza inusitada: eso era ya un diluvio.

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El rugir del viento, la metralla de la lluvia y los truenos pusieron a todos a temblar. A esos sonidos se sumaron pronto gritos y alaridos, crujir de materiales y piedras, y es que la crecida del río Santa Catarina arrastró todo a su paso, incluyendo casas (en ese entonces en el cauce del río había casas) y el puente San Luisito.

El cauce del río embravecido aumento de volumen, alcanzando hasta 5 manzanas de la Colonia Independencia al sur y sobrepasando lo que hoy es la calle Hidalgo.

El 28 de agosto la tragedia tomó forma: destrucción y muerte.

Se calcula que en todo el estado hubo cerca de 5 mil muertes, aunque hay quien señala que fueron más de 6 mil.

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Monterrey estaba incomunicado y casi en ruinas, con el aire oliendo a muerte.

Poco a poco la ciudad pudo reponerse del peor desastre de su historia, sin embargo parece que no hemos querido aprender la lección pues hasta hace poco se seguían construyendo desarrollos diversos en su cauce (recordar que algunos tramos del carril exprés de Morones Prieto invaden el margen del río) y que hay algunas intenciones de construir un viaducto sobre esta zona.

Ojalá que una tragedia como la ocurrida hace exactamente 110 años no se vuelva a repetir.